Bush en Chile
La "marcha" contra Bush, en Santiago de Chile, al inaugurarse la Cumbre AsiaPacífico, alertó, sin duda, sobre la existencia de dos discursos mundiales que no se escuchan entre sí y que, por tanto, impiden la creación de puentes entre las dos lenguas. El tema de los dos discursos es revelador.
No hay que olvidar que la galaxia conservadora que ha reelegido a Bush ha sido apoyada, rompiéndose la tradición prodemócrata, por el 42% del voto hispánico (el 55% por Kerry) como coinciden ya, en su análisis final, las revistas Time y Newsweek . En otras palabras, no debemos olvidar, en nombre de la ideología, que en Florida, centro de una de las más poderosas poblaciones cubanas, y progresivamente de mexicanos y de otras áreas regionales, los hispanics votaron por Bush en un 56% frente al 44% que lo hicieron por Kerry, y que los católicos, en el mismo estado, votaron por Bush en un 57% y sólo el 42% por Kerry.
Si añadimos que el primer senador de origen hispano es el cubano-estadounidense de Florida, Mel Martínez, y que Alberto Gonzales, de Texas, de ascendencia mexicana, ha sido designado secretario de Justicia (el Senado tiene que ratificarlo) nos encontramos ante unos datos sociológicos serios: que el ascenso, en el cuadro de la "integración", acontece ya por el camino de la derecha republicana dura y no al revés. El jurista Alberto Gonzales tiene una evidente connotación radical. Ha sido el hombre de Bush en Texas. Diseñó la política antiterrorista bajo la hipótesis de que las Convenciones de Ginebra eran obsoletas. Los casos de Guantánamo y las prisiones de Irak revelan que esa idea, contraria a las proposiciones internacionales, plantea problemas serios. Tantos que un juez estadounidense ha declarado inconstitucionales las decisiones de Bush
En otras palabras las manifestaciones en Santiago de Chile, se deben a que el pueblo reconoce el papel de EEUU en la caida de Allende.
Amen claro esta, de que a poca gente le cae bien Mr Bush.
No hay que olvidar que la galaxia conservadora que ha reelegido a Bush ha sido apoyada, rompiéndose la tradición prodemócrata, por el 42% del voto hispánico (el 55% por Kerry) como coinciden ya, en su análisis final, las revistas Time y Newsweek . En otras palabras, no debemos olvidar, en nombre de la ideología, que en Florida, centro de una de las más poderosas poblaciones cubanas, y progresivamente de mexicanos y de otras áreas regionales, los hispanics votaron por Bush en un 56% frente al 44% que lo hicieron por Kerry, y que los católicos, en el mismo estado, votaron por Bush en un 57% y sólo el 42% por Kerry.
Si añadimos que el primer senador de origen hispano es el cubano-estadounidense de Florida, Mel Martínez, y que Alberto Gonzales, de Texas, de ascendencia mexicana, ha sido designado secretario de Justicia (el Senado tiene que ratificarlo) nos encontramos ante unos datos sociológicos serios: que el ascenso, en el cuadro de la "integración", acontece ya por el camino de la derecha republicana dura y no al revés. El jurista Alberto Gonzales tiene una evidente connotación radical. Ha sido el hombre de Bush en Texas. Diseñó la política antiterrorista bajo la hipótesis de que las Convenciones de Ginebra eran obsoletas. Los casos de Guantánamo y las prisiones de Irak revelan que esa idea, contraria a las proposiciones internacionales, plantea problemas serios. Tantos que un juez estadounidense ha declarado inconstitucionales las decisiones de Bush
En otras palabras las manifestaciones en Santiago de Chile, se deben a que el pueblo reconoce el papel de EEUU en la caida de Allende.
Amen claro esta, de que a poca gente le cae bien Mr Bush.
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