Remembranzas
No creo mucho en los Santos, aunque creo que he visto uno.
El Papa Juan Pablo II es lo mas parecido a uno de acuerdo a la concepción que se tiene de Santidad.
Gran estratega, político internacional, estadista, hombre de Fe... todo esta a la revisión de la opinión publica si leemos cualquiera de las casi cien biografías que se han escrito sobre su vida.
Hoy esta agonizando, ¿cómo?, si, esta mal, los 85 años en su espalda pesan, su parkinson, su rigidez en los pulmones y ahora, una infección viral en vías urinarias, además de la sonda nasal que le implementaron anteayer para que coma, son síntoma de que el final esta cerca.
Seamos realistas, todos tenemos seguros una cosa en la vida, y es que algún día, moriremos.
Veo el caso de Terri Schiavo en Florida que después de 15 años de vida vegetativa fallece después de 14 días sin asistencia mecánica para comer, y no puedo mas que pedir a Dios que este Santo, no sufra.
Ningún ser merece sufrir, aunque se nos antoje que ciertas lacras sociales como narcotraficantes, pederastas o quizá, politiquerillos paguen con sudor y sangre lo que hacen, pero aun así, todos son merecedores del perdón de Dios.
Si ha llegado su momento, adelante, Yo recodare cuando en la basílica de San Pedro, viendo una escultura de un renacentista, un amigo me dijo “¡ve!” y gire la vista para ver como la guardia Suiza (que es la guardia Vaticana) entro y formo un cordón de seguridad en el pasillo central del Palacio Vaticano, yo quede en segunda fila y vi entrar a Su Santidad, Juan Pablo II a paso lento, seguido de su comitiva, sonriendo, dando la bendición con su mano derecha reiteradamente y la gente que me acompañaba, santiguándose.
De repente, alejándose Él, que paso frente a mí a menos de 12 metros, un codazo me regreso a la realidad, “ea, tu, ¿estas bien?” inexplicablemente, tenia el rostro empapado de lagrimas y una sonrisa en el corazón.
“Si”, solo fue lo que ataje a responder, pero seguro estoy, que sin haber creído en Santos, vi uno pasar frente a mí.
El Papa Juan Pablo II es lo mas parecido a uno de acuerdo a la concepción que se tiene de Santidad.
Gran estratega, político internacional, estadista, hombre de Fe... todo esta a la revisión de la opinión publica si leemos cualquiera de las casi cien biografías que se han escrito sobre su vida.
Hoy esta agonizando, ¿cómo?, si, esta mal, los 85 años en su espalda pesan, su parkinson, su rigidez en los pulmones y ahora, una infección viral en vías urinarias, además de la sonda nasal que le implementaron anteayer para que coma, son síntoma de que el final esta cerca.
Seamos realistas, todos tenemos seguros una cosa en la vida, y es que algún día, moriremos.
Veo el caso de Terri Schiavo en Florida que después de 15 años de vida vegetativa fallece después de 14 días sin asistencia mecánica para comer, y no puedo mas que pedir a Dios que este Santo, no sufra.
Ningún ser merece sufrir, aunque se nos antoje que ciertas lacras sociales como narcotraficantes, pederastas o quizá, politiquerillos paguen con sudor y sangre lo que hacen, pero aun así, todos son merecedores del perdón de Dios.
Si ha llegado su momento, adelante, Yo recodare cuando en la basílica de San Pedro, viendo una escultura de un renacentista, un amigo me dijo “¡ve!” y gire la vista para ver como la guardia Suiza (que es la guardia Vaticana) entro y formo un cordón de seguridad en el pasillo central del Palacio Vaticano, yo quede en segunda fila y vi entrar a Su Santidad, Juan Pablo II a paso lento, seguido de su comitiva, sonriendo, dando la bendición con su mano derecha reiteradamente y la gente que me acompañaba, santiguándose.
De repente, alejándose Él, que paso frente a mí a menos de 12 metros, un codazo me regreso a la realidad, “ea, tu, ¿estas bien?” inexplicablemente, tenia el rostro empapado de lagrimas y una sonrisa en el corazón.
“Si”, solo fue lo que ataje a responder, pero seguro estoy, que sin haber creído en Santos, vi uno pasar frente a mí.
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