Narco y Politica...
La noticia fue clara; “Fue puesta en riesgo la vida de Fox: PGR”
Y es que esta declaración la otorgo el Procurador General de la Republica, General Rafael Macedo de la Concha, al hacerse publica la noticia que un miembro cercano a la oficina Presidencial, fue capturado ya que era informante del cartel de los Carrillo.
Grave, esto es muy grave, muchos Mexicanos no teníamos duda de que personajes de la vida publica, estaban metidos en líos de drogas, no podemos identificar con pruebas en la mano, quienes a ciencia cierta, pero es que la impunidad con la que operan ciertas mafias hace suponer que tiene “padrinos” que les protegen, al amparo de la corrupción galopante que en el país existe.
El que ya se detenga un miembro y se diga públicamente, es señal de que la descomposición social que el aparato político del Estado, necesita revisiones, profundas y sobretodo, ponernos a pensar concienzudamente que escenarios serán donde se libren las siguientes batallas con los envenenadores de nuestro pueblo.
Sabemos que ya esta declarada la guerra, se libra día con día en las calles, escuelas, campos de cultivo y zonas de difícil acceso donde los narcotraficantes ponen sus laboratorios clandestinos de procesamiento de drogas sintéticas. Pero aparece en la luz publica, que quizás un escenario que se presenta en el futuro, sean despachos de altos funcionarios.
Va una anécdota.
Cuando el Dr. en Economía Carlos Salinas de Gortari fue Presidente de México, una noche llamo a su procurador general de la republica, Dr. en Derecho Jorge Carpizo MacGregor, para pedirle a la brevedad posible, llegara a su oficina en los Pinos, era domingo y de noche, no recuerdo el mes. El Dr. Carpizo se desplazo de su casa hasta la residencia oficial, encontrándose ahí al Presidente en bata de descanso y al Nuncio Apostólico Girolamo Prigione, el Presidente fue al grano, el nuncio traía un “aviso” de parte de un hermano Arellano Félix que llego en la tarde a la Nunciatura y le pidió al Embajador del Vaticano, intermediara por él, su captura pacifica a cambio de una platica privada con el Presidente Salinas.
Conciente de lo que se pedía, el Presidente Salinas tenia que hablar con su Procurador General (quien después fue su Secretario de Gobernación) y saber que opinaba. El Dr. Carpizo fue tajante “el Presidente NO puede verse con mafiosos”, si el presunto (que tiempo después labores de inteligencia ubicarían como Ramón) Arellano Félix quería entregarse, que lo hiciera sin condiciones. El Nuncio Prigione, argumentaba que el mismo le había dicho eso, pero que el mafioso temía por su vida argumentando que en la PGR varios con gusto le obsequiarían una bala, así que el Dr. Carpizo, atajo indicándole a al Nuncio que si no se confiaba en la Procuraduría, se acudiera al ejercito.
El Nuncio Prigione al no ver quizá la posibilidad de presionar un poco, desistió rápidamente y, se retiro. El Dr. Carpizo ya estaba planeando un operativo express a la Nunciatura para capturar al posible mafioso, pero su ágil cabeza dio marcha atrás por muchos supuestos que evitaron, un conflicto quizá hasta internacional.
Esto se sabe ya que el ex Procurador Dr. Carpizo, escribió un libro, la CIA avalo dichos eventos y el CISEN tiene algunas tarjetas de información al respecto. El diablo llego a la oficina Presidencial, vistiendo sotana pero se le pudo repeler.
En esta ocasión, vestía un traje azul oscuro, enarbolando una tarjeta de militante del Partido Acción Nacional, con residencia en el Estado de Sonora y que por un buen tiempo, paso información sumamente confidencial a los Carrillo Fuentes sobre las actividades del Primer Mandatario y quizá, sus posibles planes a corto plazo en combate a las mafias organizadas.
No sé ustedes, pero a mí, me da muchísimo mas que lo anterior, que pensar.
Y es que esta declaración la otorgo el Procurador General de la Republica, General Rafael Macedo de la Concha, al hacerse publica la noticia que un miembro cercano a la oficina Presidencial, fue capturado ya que era informante del cartel de los Carrillo.
Grave, esto es muy grave, muchos Mexicanos no teníamos duda de que personajes de la vida publica, estaban metidos en líos de drogas, no podemos identificar con pruebas en la mano, quienes a ciencia cierta, pero es que la impunidad con la que operan ciertas mafias hace suponer que tiene “padrinos” que les protegen, al amparo de la corrupción galopante que en el país existe.
El que ya se detenga un miembro y se diga públicamente, es señal de que la descomposición social que el aparato político del Estado, necesita revisiones, profundas y sobretodo, ponernos a pensar concienzudamente que escenarios serán donde se libren las siguientes batallas con los envenenadores de nuestro pueblo.
Sabemos que ya esta declarada la guerra, se libra día con día en las calles, escuelas, campos de cultivo y zonas de difícil acceso donde los narcotraficantes ponen sus laboratorios clandestinos de procesamiento de drogas sintéticas. Pero aparece en la luz publica, que quizás un escenario que se presenta en el futuro, sean despachos de altos funcionarios.
Va una anécdota.
Cuando el Dr. en Economía Carlos Salinas de Gortari fue Presidente de México, una noche llamo a su procurador general de la republica, Dr. en Derecho Jorge Carpizo MacGregor, para pedirle a la brevedad posible, llegara a su oficina en los Pinos, era domingo y de noche, no recuerdo el mes. El Dr. Carpizo se desplazo de su casa hasta la residencia oficial, encontrándose ahí al Presidente en bata de descanso y al Nuncio Apostólico Girolamo Prigione, el Presidente fue al grano, el nuncio traía un “aviso” de parte de un hermano Arellano Félix que llego en la tarde a la Nunciatura y le pidió al Embajador del Vaticano, intermediara por él, su captura pacifica a cambio de una platica privada con el Presidente Salinas.
Conciente de lo que se pedía, el Presidente Salinas tenia que hablar con su Procurador General (quien después fue su Secretario de Gobernación) y saber que opinaba. El Dr. Carpizo fue tajante “el Presidente NO puede verse con mafiosos”, si el presunto (que tiempo después labores de inteligencia ubicarían como Ramón) Arellano Félix quería entregarse, que lo hiciera sin condiciones. El Nuncio Prigione, argumentaba que el mismo le había dicho eso, pero que el mafioso temía por su vida argumentando que en la PGR varios con gusto le obsequiarían una bala, así que el Dr. Carpizo, atajo indicándole a al Nuncio que si no se confiaba en la Procuraduría, se acudiera al ejercito.
El Nuncio Prigione al no ver quizá la posibilidad de presionar un poco, desistió rápidamente y, se retiro. El Dr. Carpizo ya estaba planeando un operativo express a la Nunciatura para capturar al posible mafioso, pero su ágil cabeza dio marcha atrás por muchos supuestos que evitaron, un conflicto quizá hasta internacional.
Esto se sabe ya que el ex Procurador Dr. Carpizo, escribió un libro, la CIA avalo dichos eventos y el CISEN tiene algunas tarjetas de información al respecto. El diablo llego a la oficina Presidencial, vistiendo sotana pero se le pudo repeler.
En esta ocasión, vestía un traje azul oscuro, enarbolando una tarjeta de militante del Partido Acción Nacional, con residencia en el Estado de Sonora y que por un buen tiempo, paso información sumamente confidencial a los Carrillo Fuentes sobre las actividades del Primer Mandatario y quizá, sus posibles planes a corto plazo en combate a las mafias organizadas.
No sé ustedes, pero a mí, me da muchísimo mas que lo anterior, que pensar.
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